Un secreto feliz para trabajar mejor (Shawn Achor X TedTalkBloomington)
Creemos que tenemos que trabajar duro para ser felices, pero ¿podríamos darle la vuelta a esta creencia y encontrar una nueva “fórmula de la felicidad”? En un discurso innovador y divertido, el psicólogo positivo Shawn Achor analiza nuestra realidad y su influencia en nuestra felicidad. ¿Y si la felicidad nos permitiera ser más productivos? Más información
¿Alguna vez te has sentido deprimido al ver las noticias? En retrospectiva, ¡hay mucho por lo que deprimirse! Las noticias son principalmente negativas, la mayoría sobre asesinatos, corrupción, enfermedades y desastres naturales. Y muy rápidamente, el cerebro deduce una proporción muy simple de la cantidad de negativo en el mundo frente a la cantidad de positivo. Una situación que crea lo que se conoce como el “Síndrome de la Facultad de Medicina”: en el que los estudiantes de primer curso, cuando leen y aprenden las listas de síntomas de cada enfermedad y síndrome conocidos, se encuentran en cada uno de ellos. El mismo proceso tiene lugar cuando ves información negativa, y deduces que ésa es la realidad y que, por tanto, vives en un mundo violento, corrupto, enfermo y peligroso. Pero, ¿y si no fuera así? ¿Y si esta visión fuera sólo tuya y, sobre todo, fruto de una compleja interpretación que puede reconducirse?
Shawn Achor y su equipo descubrieron que no era necesariamente la realidad lo que nos influía, sino la “lente” a través de la cual nuestro cerebro veía esa famosa realidad. No olvidemos nunca que todo lo que experimentamos no es más que una interpretación: una realidad interpretada a través del filtro de nuestra educación, nuestra experiencia vital, nuestro entorno y, sobre todo, nuestra elección de ser positivos o no.
“Si todo el mundo puede cambiar su” lente “, no sólo cambiaremos nuestra felicidad, sino que también cambiaremos todos los resultados educativos y empresariales al mismo tiempo”.
Una estancia en Harvard.
En la Universidad de Harvard, Shawn Achor fue asesor de vida estudiantil y “psicólogo” estudiantil durante ocho años (sin contar los cuatro que ya había pasado como estudiante). En su investigación, estudiaba a un gran número de estudiantes cada pocas semanas: por muy motivados y satisfechos que estuvieran cuando empezaron en Harvard, dos semanas después sus cerebros no se centraban en el privilegio de estar allí, ni en su filosofía o su físico, sino en la competencia, la carga de trabajo, las preocupaciones, el estrés y las quejas.
Shawn Achor dice que sus colegas le han preguntado a menudo por qué pierde el tiempo estudiando la felicidad de los estudiantes de Harvard, qué es lo que puede hacer infeliz o decepcionar a un estudiante de Harvard. La clave para comprender la ciencia de la felicidad reside precisamente en esta pregunta. Porque esta pregunta supone que nuestro mundo externo predice nuestros niveles de felicidad, cuando en realidad, como señala Achor, si lo supiera todo sobre tu mundo externo, sólo podría predecir el 10% de tu felicidad a largo plazo.
Porque el 90% de tu felicidad a largo plazo no la predice el mundo exterior, sino la forma en que tu cerebro procesa el mundo. Y si cambiamos nuestra forma de ver el mundo, si cambiamos nuestra fórmula de la felicidad y el éxito, podríamos cambiar nuestra realidad y ser más felices. Achor y su equipo descubrieron que sólo el 25% del éxito profesional se predice por el cociente intelectual y que el 75% de ese éxito se predecía en realidad por los niveles de optimismo, el apoyo social y la capacidad de ver el estrés como un reto y no como una amenaza.
El vínculo entre felicidad, trabajo y educación.
Shawn Achor, en sus recientes viajes y conferencias, se reunió con los directores de un internado de Nueva Inglaterra, probablemente el más prestigioso, y al exponerles su discurso le respondieron: “Todo eso ya lo sabemos. Cada año, en lugar de limitarnos a enseñar a nuestros alumnos, organizamos una semana del bienestar. El lunes por la tarde tenemos al mayor experto mundial en depresión adolescente, el martes por la tarde es sobre la violencia y el acoso en la escuela. El miércoles por la noche es sobre trastornos alimentarios. El jueves por la noche es sobre el consumo de drogas ilícitas y el viernes por la noche aún estamos decidiendo entre dos temas: sexo inseguro o felicidad”. Shawn Achor nos recuerda con humor que ésta no es una semana de bienestar… ¡sino más bien una semana de lo peor!
“La ausencia de enfermedad no es salud. Para fomentar la salud, hay que invertir la fórmula de la felicidad y el éxito”.
Al destacar todas las cosas negativas que pueden ocurrir, pero no hablar de las positivas, el cerebro sólo recordará los peligros y lo peor que le puede ocurrir. ¿Y cómo tenderá a actuar después a diario? ¡Ya lo tienes!
La mayoría de las empresas y escuelas siguen esta “fórmula de la felicidad”: si trabajo más, tendré más éxito, y si tengo más éxito, seré más feliz. Esto influye directamente en la mayoría de nuestros estilos educativos y de gestión, y en la forma en que motivamos nuestro comportamiento. Según el ponente, el problema es que esta fórmula sigue estando científicamente obsoleta y “patas arriba” por dos razones.
Dos razones, una fórmula errónea.
El primero es el objetivo del éxito. Porque cada vez que tu cerebro alcanza el éxito, éste se escapa de nuevo. ¿Tienes buenas notas? Ahora necesitas mejores. ¿Tienes un buen trabajo? Ahora necesitas conseguir uno mejor. ¿Has alcanzado tus objetivos de ventas? Genial, vamos a aumentarlos. Y la felicidad es lo contrario del éxito y tu cerebro nunca llega ahí. Lo único que haces es correr. Shawn Achor explica esta situación por el hecho de que hemos llevado la felicidad más allá del horizonte cognitivo. Creemos que tenemos que tener éxito para ser más felices. Pero nuestro cerebro funciona en sentido contrario a esta fórmula.
En segundo lugar, tenemos que ser capaces deinvertir esta fórmula, para ver de qué es capaz realmente nuestro cerebro. Porque la dopamina, que inunda tu sistema cuando te sientes bien, tiene dos funciones. No sólo te hace más feliz, sino que también activa todos los centros de aprendizaje de tu cerebro, lo que te permite adaptarte al mundo de otra manera.
Un chute de positividad, ¡por favor!
En cambio, si pudieras aumentar el nivel de positividad de una persona en el presente, entonces su cerebro experimentaría lo que ahora llamamos una “ventaja de felicidad”, lo que significa que cuando el cerebro es positivo, funciona significativamente mejor que cuando es negativo, neutro o está estresado.
“Aumenta tuinteligencia, aumenta tu creatividad, aumentan tus niveles de energía”.
Científicamente, Achor y su equipo han descubierto que cuando el cerebro es más positivo que negativo, neutral o estresado, todos los resultados empresariales mejoran:
- El cerebro es un 31% más productivo,
- Las personas tienen un 37% más de éxito en la consecución de sus objetivos de ventas,
- los médicos son un 19% más rápidos y precisos a la hora de hacer un diagnóstico correcto.
Esto significa que podemos invertir la “fórmula de la felicidad ”. Y que si podemos encontrar una forma de ser positivos en el presente, entonces nuestro cerebro funcionará mejor porque podremos trabajar más duro, más rápido y de forma más inteligente.
Objetivo: 21 días de positividad y gratitud.
3 elementos positivos cada día.
Los investigadores de la felicidad han descubierto que hay formas de entrenar tu cerebro para que sea más positivo. En sólo dos minutos y durante 21 días consecutivos, podemos recablear el cerebro, permitiéndole trabajar de forma más optimista y eficaz.
En Totem Conseil & Formation, hemos aplicado estos pequeños cambios en las empresas con las que hemos trabajado. Durante 21 días seguidos, les hemos hecho escribir tres cosas nuevas por las que están agradecidos, tres cosas nuevas cada día. ¡Y es verdad! Al final de este periodo, sus cerebros empiezan a conservar el hábito de escudriñar el mundo no en busca de lo negativo, sino de lo positivo en primer lugar.
Dejemos de hacer varias cosas a la vez.
Achor explica que relatar y recopilar una o más experiencias positivas que hayas tenido en las últimas 24 horas permite a tu cerebro revivirlas. Haz saber a tu cerebro que tu comportamiento es importante. La meditación por sí sola permite a tu cerebro superar esa idea de la multitarea, cuando nuestro cerebro rinde mucho mejor cuando se concentra en una tarea cada vez.
Lo que siembres fuera, lo recogerás dentro.
Y, por último, los actos de bondad espontáneos son actos de bondad conscientes. Achor pidió a ejecutivos y directivos que, al abrir su bandeja de entrada cada mañana, escribieran un correo electrónico positivo elogiando o dando las gracias a alguien de su red de apoyo. Y realizando estas actividades, y entrenando nuestro cerebro exactamente igual que entrenamos nuestro cuerpo, podemos invertir la fórmula de la felicidad y el éxito. Y al final, no sólo crearemos olas de positividad, sino una revolución.
Fuentes :
- Achor, S. (2011, mayo). Obtenido el 31 de agosto de 2020, de https://www.ted.com/talks/shawn_achor_the_happy_secret_to_better_work?referrer=playlist-the_most_popular_talks_of_all#t-718296
- Achor, S. (2011)La ventaja de la felicidad: Los siete principios que alimentan el éxito y el rendimiento en el trabajo. Londres: Virgin.
- Achor, S. (2018).Big potential: How transforming the pursuit of success raises our achievement, happiness, and well-being. Nueva York: Currency.
** Uso del masculino singular para aligerar el texto.